En el mundo de las impresiones y estampaciones, las técnicas más prácticas y populares de grabar diseños son: la sublimación y la serigrafía.
En este post analizaremos 5 aspectos sobre estos procesos y reconoceremos las características más importantes de cada una de ellas, de esta manera podremos conocer la técnica que más útil para nuestro proyecto. ¡Comencemos!
Sublimación-tela
La sublimación o termo fijación es aquella técnica de impresión en la cual la tinta es impresa por medio de calor en el lienzo, pintando microscópicamente con un ‘spray’ el artículo a sublimar, pasando así de estado sólido a estado gaseoso.
Por su parte, la técnica de serigrafía -siendo una de las más antiguas-, requiere de una importante intervención manual para poder realizar la estampación, aunque en los últimos tiempos se ha ido actualizando con máquinas.
El proceso comienza con la selección del diseño que se imprimirá en el fotolito, el cual se transferirá a una malla de tejido tensada sobre un marco denominado pantalla. A través de la insolación de la pantalla se logra transferir el diseño a la malla. En la insolación se consigue que algunos poros de la malla queden abiertos (por donde pasará la tinta) y otros cerrados (en los que no hay transferencia de tinta). Por último, se coloca la pantalla sobre la prenda y se transfiere la tinta de un solo color, arrastrando la tinta con una paleta sobre la pantalla.
Desenvolvimiento en materiales
La sublimación es exitosa en textiles 100% en poliéster o con al menos 2/3 de éste en su composición, así mismo, al ser uno de los pocos métodos de estampación que permite imprimir sobre soportes totalmente rígidos (tazas, portafotos, platos, relojes, etc.) es necesario que los artículos incorporen un recubrimiento especial de poliéster.
Ojo: los textiles en algodón hoy en día son posibles de sublimar, sin embargo requieren de técnicas y productos específicos, de lo contrario la sublimación no será de gran durabilidad.
Con la serigrafía, es posible imprimir sobre casi todos los materiales (cartón, vidrio, plástico, papel, tela o metal), en artículos de muy variados formatos – aunque se emplea sobre todo para imprimir áreas planas.
Colores
Sublimación: cabe recalcar que el origen de la sublimación está en el desarrollo de la fotografía, así que esta técnica logra una gama ilimitada de colores, utilizando tinta CMYK de sublimación las cuales son transparentes y se suman al color del fondo/soporte.
En este sentido y como lo sabemos, la impresión de fotografías se hace sobre papel fotográfico blanco y no sobre uno de color, así que, al sublimar sobre un soporte blanco, se obtendrán colores fieles a la imagen original.
Serigrafía: permite el uso de colores más densos, ofreciendo una gran variedad de colorido y solidez al exponerlo a la luz. Esta singularidad permite que se logren efectos muy concretos y atractivos, que no pueden realizarse con los otros sistemas.
Cabe resaltar que si el diseño original se compone de varios colores, se debe preparar una pantalla para cada color.
¿Es mejor la serigrafía o la sublimación?
La verdad es que no existe una opción que sea mejor que la otra, cada una de estas técnicas de estampación cuenta con grandes ventajas para fines específicos así que todo depende del trabajo que se vaya a realizar, es decir, al tipo de pedido, diseño, tejido, color, material etc.
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